¿Cómo es una sesión de Reiki?

Las sesiones de Reiki duran 60 minutos para adultos. Se desarrollan normalmente con la persona estirada en una camilla, aunque si le resulta más cómodo (por ejemplo, por motivos posturales) puede hacerse sentado en una silla.

Durante la sesión, el practicante de Reiki coloca las manos suavemente sobre la persona, en diferentes posiciones a lo largo del cuerpo. O bien, si se prefiere, se pueden colocar las manos a una distancia pequeña del cuerpo, el efecto es el mimo, aunque personalmente prefiero mantener contacto, pienso que así no resulta tan fría la sesión y me resulta más fácil conectar con la persona.

El cliente permanece estirado o sentado, descalzo y completamente vestido. A ser posible con ropa cómoda y sin accesorios como relojes, pulseras o collares.

Tras el tratamiento o durante el mismo, la persona se puede sentir incómoda debido al efecto inmediato que se produce en el reequilibrio energético del cuerpo. Esto quiere decir que el Reiki está funcionando, está ayudando a sanar diferentes problemas que estaban produciendo desequilibrios. En función de los resultados y las sensaciones del cliente, se determinará la necesidad y frecuencia de sesiones adicionales. 

Por otra lado, en personas con menores desequilibrios, el efecto será de total relajación y bienestar.

Es conveniente beber después de la sesión de Reiki pues nuestro cuerpo ha estado recibiendo energía de forma intensa.

Durante la sesión, se utiliza música relajante e inciensos que ayudan a la relajación del cliente.